Universitades del este de Alemania pierden estudiantes por mala imagen política
La TU Chemnitz registra un 30% menos de alumnos occidentales desde 2014. La migración estudiantil se redujo tras protestas xenófobas en Sajonia, afectando financieramente a las universidades. La falta de matriculados pone en riesgo 21 empleos y 2.2 millones en fondos estatales.
«¿Por qué ir al este si tengo mi Baviera?»
La TU Chemnitz, considerada la universidad con mejor valoración estudiantil de Alemania, enfrenta aulas vacías. «En matemáticas, a veces soy el único alumno en clase», revela Marvin Buschbeck, estudiante bávaro. El 60% de los jóvenes occidentales descartan estudiar en Sajonia por su asociación con movimientos de ultraderecha como Pegida.
El impacto económico
Las universidades sajonas pierden 500 matriculados anuales desde 2015, año de las protestas antiinmigrantes en Freital. Leipzig, la excepción, atrae estudiantes locales pero no frena la caída general. El déficit presupuestario en Chemnitz supera los 2 millones de euros, con riesgo de recortes en plantilla y proyectos académicos.
Demografía y prejuicios
Claudia Maicher, diputada de Los Verdes, advierte: «El éxodo estudiantil daña el futuro científico de Sajonia». La región intenta compensarlo con alumnos internacionales (33% en Chemnitz), pero la falta de presupuesto estatal agrava la crisis. El parlamento sajón no aprobó fondos para 2025 hasta julio.
Cuando la política vacía las aulas
El este alemán arrastra desde 2018 una reputación negativa tras los disturbios xenófobos en Chemnitz. Aunque ofrece ventajas como alquileres bajos y ratios profesor-alumno excepcionales, eventos como los ataques de Heidenau disuaden al 70% de los abiturientes occidentales, según datos universitarios.
Un futuro en suspenso
La viabilidad de las universidades sajonas depende ahora de su capacidad para atraer talento extranjero y revertir estereotipos. Mientras, la fuga de estudiantes amenaza con vaciar laboratorios y cerrar carreras en un territorio que ya sufre declive demográfico.