Trump niega que vaya a despedir al presidente de la FED Jerome Powell
Los mercados reaccionaron con nerviosismo ante rumores de destitución. El presidente estadounidense criticó duramente la gestión de Powell, pero descartó su despido inmediato. La polémica surge en un contexto de tensiones por la política monetaria y altos costes de renovación de la sede de la FED.
«Prefiero que renuncie, pero no lo voy a despedir»
Donald Trump calificó a Jerome Powell como «un mal gestor» y sugirió posibles irregularidades en los 900 millones de dólares de sobrecoste en la renovación del edificio de la FED. Sin embargo, afirmó que su despido es «poco probable» salvo por casos de fraude. La Casa Blanca confirmó que el presidente evalúa opciones con legisladores republicanos.
Impacto en los mercados
Tras los rumores, los principales índices bursátiles cayeron hasta un 1.1% y el dólar se debilitó. Los mercados se estabilizaron tras el desmentido oficial, aunque la incertidumbre persiste. Un portavoz de la FED aseguró que Powell «no tiene intención de dimitir».
La batalla por los tipos de interés
Trump exige un recorte de los tipos (actualmente entre 4.25% y 4.5%) para abaratr los créditos y reducir el coste de la deuda pública. La FED mantiene su independencia, pese a los ataques personales del presidente, quien ha tachado a Powell de «débil mental» o «anti-Trump».
Un pulso con fecha de caducidad
La FED es técnicamente independiente y Trump no puede destituir a Powell por discrepancias en política monetaria. Su mandato termina en 2026, pero el Departamento del Tesoro ya busca candidatos para sucederle. La reforma fiscal de Trump ha agravado el déficit público, aumentando la presión por tipos más bajos.
¿Estabilidad o nuevo terremoto financiero?
La situación refleja la tensión crónica entre la Casa Blanca y la FED. Aunque el desmentido calmó los mercados, la búsqueda de un sucesor y las críticas recurrentes mantienen viva la incertidumbre sobre el futuro de la política monetaria estadounidense.