Intolerancia a la lactosa se asocia con pesadillas y peor sueño
Un estudio con 1.082 estudiantes revela que los síntomas gastrointestinales afectan la calidad del descanso. La investigación, publicada en Frontiers in Psychology, vincula el consumo de lácteos con sueños negativos, especialmente en personas con alergias alimentarias.
«El queso que quita el sueño»
Un equipo de la Universidad MacEwan (Canadá) descubrió que la intolerancia a la lactosa está «robustamente asociada» con pesadillas y mala calidad del sueño, según el coautor Tore Nielsen. Los síntomas gastrointestinales alterarían el descanso y el contenido de los sueños. «Cambiar hábitos alimenticios podría aliviar estos problemas», señala el estudio.
Detalles de la investigación
Los participantes, jóvenes en buen estado psicológico, respondieron encuestas sobre sueño, dieta y salud. Un tercio reportó pesadillas, con mayor frecuencia en mujeres, quienes también declararon más alergias alimentarias. Quienes consumían lácteos tendían a recordar más sueños negativos.
Limitaciones del estudio
La muestra se limitó a universitarios sanos, y el formato de encuesta podría introducir sesgos de memoria, advierte Timothy Hearn, experto no vinculado a la investigación. Además, no se evaluó el momento del consumo de lácteos (como cenas o meriendas).
Cuando la cena se convierte en pesadilla
La relación entre dieta y sueño está documentada, pero este trabajo profundiza en cómo las intolerancias específicas, como a la lactosa, agravan los trastornos. Los autores sugieren que la incomodidad gastrointestinal podría ser el mecanismo detrás del fenómeno.
¿Merendar queso en vez de cenarlo?
El estudio abre la puerta a investigar si ajustar el horario de consumo de lácteos mejora el descanso. Sin embargo, se necesitan más análisis para confirmar estos hallazgos en poblaciones diversas y con metodologías más precisas.