Rusia lanza misiles Kh-101 con cabezas de racimo contra civiles en Ucrania
El ataque en Chernivtsi dejó dos muertos y catorce heridos. Ocurrió el 11 de julio cerca de la frontera con Rumanía, país miembro de la OTAN. Rusia ha modificado estos misiles para aumentar su letalidad contra zonas urbanas.
«Una evolución peligrosa en el arsenal ruso»
El misil Kh-101, con un alcance de más de 4.000 km, ha sido adaptado para portar cabezas de racimo que dispersan submuniciones. Estas bombas menores no solo causan daños inmediatos, sino que permanecen activas como amenaza latente. El ataque en Chernivtsi, a 30 km de Rumanía, evidencia su uso deliberado contra civiles.
Cambio en la doctrina militar
Rusia ha pasado de emplear estos misiles contra infraestructuras críticas a atacar áreas residenciales. Fuentes vinculadas al Kremlin destacan su utilidad para «saturar defensas» y generar terror. La versión con cabezas de racimo fue confirmada en 2024, aunque su uso operativo se verificó ahora.
Producción acelerada
Pese a las sanciones, Rusia fabrica 50 misiles mensuales, usando componentes chinos y empresas pantalla. Planea superar los 600 en 2025. El Kh-101 se ha convertido en una plataforma versátil, con adaptaciones como contramedidas electrónicas y dobles ojivas.
Fronteras en alerta
El ataque cerca de Rumanía envía un mensaje geopolítico a la OTAN. Aunque el tratado que prohíbe las municiones en racimo no ha sido firmado por Rusia ni Ucrania, su uso viola el derecho humanitario internacional.
De Siria a las calles ucranianas
El Kh-101, probado en Siria y en servicio desde 2010, era un arma estratégica. Ahora, su modificación para ataques urbanos refleja una estrategia de disuasión brutal, priorizando el impacto psicológico sobre la población civil.
Una amenaza que no desaparecerá
La aparición de esta variante del Kh-101 exige reforzar las defensas aéreas ucranianas, especialmente cerca de fronteras aliadas. Su capacidad adaptativa y producción masiva lo convierten en un pilar de la ofensiva rusa, con riesgos a largo plazo por las submuniciones sin detonar.