ASFI regula plataformas de criptomonedas con nueva normativa
209 empresas blockchain deberán adecuarse antes del 31 de diciembre. La medida, criticada por expertos, podría desincentivar la inversión extranjera en el sector. Fabián Espinoza, delegado de Cablock, analiza los riesgos de la resolución ASFI/540/2025.
«Una sobrerregulación que frena la innovación»
La ASFI anunció el 7 de julio que regulará las fintechs y criptoactivos bajo criterios genéricos y sin capital mínimo definido. Espinoza señala que la normativa «no distingue entre Fintech y activos virtuales» y aplica retroactivamente a empresas ya establecidas. Además, exige licencias complejas que, según él, «no son un incentivo para la inversión».
Impacto en empresas extranjeras
La resolución no afecta directamente a plataformas como Binance, salvo si forman alianzas con ETF locales. Espinoza advierte que «otras empresas no aterrizarán en Bolivia por esta sobrerregulación indirecta». Critica la falta de plazos claros para pruebas controladas y la discrecionalidad de la ASFI.
Un mercado que necesita educación, no solo reglas
Espinoza destaca que Bolivia requiere alfabetización financiera y políticas públicas inclusivas para desarrollar el ecosistema blockchain. La resolución ASFI 082/2024 ya mencionaba la necesidad de educación, pero «el nuevo reglamento asocia criptoactivos con riesgos sin abordar su potencial».
El panorama actual
Cablock agrupa a 20 empresas, incluyendo 10 vinculadas a criptomonedas. Según Espinoza, falta un marco regulatorio específico para blockchain más allá de categorías genéricas. La normativa actual, afirma, no incentiva la llegada de capital extranjero ni la innovación local.
De la prohibición a la regulación… con obstáculos
En 2024, Bolivia levantó la prohibición de criptoactivos (Resolución 082/2024), pero la nueva regulación genera dudas. La ASFI busca controlar el sector, pero expertos como Espinoza reclaman más claridad y menos burocracia para evitar ahuyentar inversiones.
Un futuro incierto para las fintechs bolivianas
El éxito de la normativa dependerá de su implementación práctica. Mientras la ASFI prioriza el control, el sector privado exige flexibilidad y estímulos. El plazo para adecuarse vence en diciembre, pero las críticas apuntan a que el reglamento no resolverá los desafíos del mercado digital.