EEUU comercializa el primer salmón cultivado en laboratorio

La startup Wildtype, con respaldo de Jeff Bezos y Leonardo DiCaprio, lanza el primer salmón cultivado en laboratorio aprobado por la FDA, reduciendo la producción de dos años a dos semanas.
xataka.com

EEUU comercializa el primer salmón cultivado en laboratorio

El producto, aprobado por la FDA, reduce el tiempo de producción de dos años a dos semanas. La startup Wildtype, respaldada por Jeff Bezos y Leonardo DiCaprio, ya lo sirve en un restaurante de Portland. La iniciativa busca aliviar la presión sobre los caladeros sobreexplotados.

«Un salmón sin microplásticos ni parásitos»

Wildtype cultiva células de salmón coho en biorreactores con nutrientes patentados, combinándolas con ingredientes vegetales para replicar textura y sabor. El «saku» —como lo denominan— tiene un perfil nutricional similar al salmón salvaje, pero se produce en entornos controlados, evitando contaminantes comunes en el pescado tradicional.

Ventajas frente a la pesca convencional

El método reduce drásticamente el tiempo de maduración (de dos años a dos semanas) y elimina riesgos como microplásticos o destrucción de hábitats. La FAO advierte que la demanda global de pescado se duplicará para 2050, lo que hace urgente alternativas sostenibles.

«No buscamos reemplazar a los pescadores»

Justin Kolbeck, cofundador de Wildtype, aclara que el objetivo es complementar la acuicultura tradicional, no sustituirla. «La demanda es tan alta que necesitaremos todas las formas de producción», afirma. El producto debutó en el restaurante Kann (Portland) y se expandirá a otros locales y comercios.

Un océano de demanda insaciable

China lidera el consumo mundial, agotando sus caladeros y expandiéndose a los de América Latina. África también incrementa su demanda, mientras en España el consumo baja. La producción acuícola debe crecer un 22% para 2050, según la FAO, un reto que impulsa soluciones como esta.

¿El futuro nada hacia los laboratorios?

La aprobación de la FDA marca un hito en la proteína cultivada. Aunque el «saku» aún no compite en textura con opciones vegetales españolas, su desarrollo podría equilibrar sostenibilidad y seguridad alimentaria en un mercado global bajo presión.