Vecinos de Madrid sufren cortes y atascos por el soterramiento de la A-5
80.000 vehículos diarios se ven afectados por las obras. Los municipios aledaños piden habilitar terrenos militares para aparcamientos. Desde mayo, los vecinos han sufrido cortes de luz, agua e Internet debido a averías en la zona.
«Un pequeño infierno» para los vecinos
Los barrios de Aluche y Batán, junto a otros municipios como Alcorcón o Móstoles, llevan meses soportando interrupciones en servicios básicos. En mayo, 4.600 abonados a Iberdrola quedaron sin luz por un cable dañado, y días después, una tubería rota dejó sin agua a parte de Aluche. El 7 de julio, un corte de fibra óptica afectó a usuarios de Movistar.
Atascos y desvíos multiplicados
La reducción de carriles por las obras ha generado congestiones diarias, con solo dos vías operativas en lugar de las tres o cuatro originales. El Ayuntamiento prevé que las obras duren 25 meses, aunque se ampliaron 700 metros más hacia la M-40. Los vecinos reclaman usar los terrenos de Cuatro Vientos para aparcamientos, ya que es un punto clave de conexión con Metro y Cercanías.
De la molestia a la esperanza
El proyecto, similar al que creó Madrid Río, promete 120 hectáreas verdes y 30 km de carriles bici, además de revalorizar la zona. Sin embargo, los municipios colindantes solo notarán mejoras si visitan el área una vez finalizadas las obras.
Un precedente con final feliz
El soterramiento de la A-5 sigue el modelo de Madrid Río, que en su día transformó una zona conflictiva en un espacio público valorado. Aunque las obras actuales generan caos, el Ayuntamiento confía en que el resultado justificará las molestias.
Paciencia hasta 2027
Los vecinos deberán convivir con cortes y retrasos hasta que concluyan las obras. Mientras, el Ayuntamiento intenta mitigar los daños colaterales, aunque las averías puntuales siguen afectando a miles de residentes.