YPFB alerta de crisis energética si se paraliza exploración estatal
Bolivia podría enfrentar desabastecimiento de gas desde 2028, según el presidente de la petrolera estatal. La advertencia surge ante propuestas de privatización de sectores estratégicos por parte de la oposición.
«Sin exploración propia, el gas se agotará»
Armin Dorgathen, presidente de YPFB, afirmó que interrumpir los proyectos actuales de exploración e industrialización generaría un «escenario crítico». Los efectos más graves se sentirían entre 2030 y 2031, especialmente si se frena la diversificación energética con biodiésel. «Si se entrega todo a transnacionales, habrá problemas en la provisión», declaró en Bolivia TV.
Propuestas opositoras bajo la lupa
La advertencia responde a planteamientos de figuras como Jorge Quiroga o Samuel Doria Medina, que proponen privatizar áreas estratégicas como hidrocarburos. Dorgathen defendió la política actual, destacando el megacampo Mayaya X1 (con potencial de 6 TCF) y plantas de biodiésel en Santa Cruz y El Alto.
Estudios previos ya lo anticipaban
La Fundación Jubileo y BancTrust & Co. alertaron desde 2023 sobre la caída de producción y el aumento del consumo interno. Un informe reciente señala que Bolivia podría convertirse en importador neto de gas «a finales de la década». Argentina ya dejó de comprar gas boliviano en 2024, y Brasil busca alternativas.
Un modelo energético en la cuerda floja
Bolivia depende históricamente de los hidrocarburos, que representan el 80% de sus exportaciones. La nacionalización en 2006 impulsó la inversión estatal, pero la falta de nuevos descubrimientos y el declive de campos existentes tensionan el modelo.
El futuro energético pende de decisiones políticas
La continuidad de los proyectos estatales definirá si Bolivia evita el desabastecimiento o depende de importaciones. YPFB insiste en que solo manteniendo la exploración y la industrialización propia se garantizará el suministro interno.