Demócratas exigen cerrar centro de detención «Alcatraz de los caimanes» en Florida
Legisladores denuncian condiciones inhumanas en el centro migratorio. Una delegación bipartidista visitó el polémico complejo de tiendas de campaña instalado por el gobernador Ron DeSantis en los Everglades. El debate refleja la división nacional sobre políticas migratorias.
«Paredes humanas en jaulas»
Los demócratas describieron 32 detenidos hacinados por celda con temperaturas extremas y suministros insuficientes. La congresista Debbie Wasserman Schultz lo calificó como «campo de internamiento», mientras republicanos defendieron las instalaciones como «limpias y con aire acondicionado». Ambos bandos discreparon sobre el acceso a áreas críticas durante la inspección.
Restricciones y contradicciones
Los visitantes no pudieron llevar dispositivos electrónicos ni hablar libremente con los detenidos. El senador estatal Blaise Ingoglia (republicano) afirmó que los colchones eran «cómodos», pero legisladores demócratas señalaron baños «carcelarios» y falta de transparencia sobre los contratistas.
Millones en juego
El centro opera bajo un acuerdo ambiguo entre Florida y el gobierno federal, con un costo anual estimado de 450 millones de dólares. La líder demócrata Fentrice Driskell cuestionó quién asumirá los gastos finales, ya que el estado aún no ha aclarado el reembolso federal.
Un pantano de controversias
El centro abrió en julio de 2025 como parte de la política migratoria dura del gobernador DeSantis, aliado de Donald Trump. Su ubicación en los Everglades ha generado demandas de ambientalistas y tribus nativas por el impacto ecológico, aunque la visita no abordó estos aspectos.
Próximas batallas legales y políticas
Los demócratas planean inspecciones sorpresa en el futuro, mientras el litigio presentado tras su primer intento fallido sigue su curso. La disputa refleja tensiones más amplias sobre el tratamiento a migrantes y el rol de los estados en políticas federales.