Chile decomisa más de un millón de huevos bolivianos ingresados por contrabando
Las incautaciones superaron el millón de unidades en solo seis meses de 2025. Chile y Argentina reportan un aumento del contrabando de huevos desde Bolivia, impulsado por la crisis económica. Los productos ingresan sin control sanitario por pasos fronterizos clandestinos.
«El huevo, el nuevo oro blanco del comercio informal»
Según datos del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Chile, en 2025 ya se decomisaron 1.017.928 huevos bolivianos, superando las cifras de años anteriores. El viceministro boliviano Luis Velásquez confirmó que es uno de los productos más traficados: «Se han incautado 182.606 unidades en operativos locales».
Impacto sanitario y económico
Antonio Walker, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura de Chile, advirtió que el contrabando genera competencia desleal y riesgos sanitarios. En Argentina, la Capia denunció que 550.000 huevos ingresan diariamente desde Bolivia, Brasil y Paraguay, vendiéndose hasta un 46% más baratos que los locales.
Crisis económica impulsa el contrabando «a la inversa»
La escasez de dólares, el desabastecimiento de combustibles y el alza de precios en Bolivia han empujado a comerciantes informales a cruzar huevos hacia Chile y Argentina. Javier Prida (Capia) destacó: «Un cajón boliviano cuesta $us 26, frente a los $us 48 en Argentina».
Controles insuficientes
El ministro chileno Esteban Valenzuela reconoció que, pese a los operativos, la porosidad de la frontera dificulta la fiscalización. En Bolivia, los decomisos de mercancía ilegal sumaron $us 9,5 millones en el primer semestre de 2025, según el viceministro Velásquez.
Una frontera que no detiene el flujo
El contrabando de huevos refleja la presión económica en Bolivia, donde la devaluación y la inflación han incrementado el comercio informal. Chile y Argentina, con mercados más estables, se han convertido en destinos clave para estos productos.
Un problema que sigue creciendo
Las cifras récord de decomisos muestran que el contrabando persiste como alternativa para sectores vulnerables. Las autoridades de ambos países enfrentan el desafío de equilibrar controles sanitarios con las realidades socioeconómicas de la región.