Bolivia sigue estancada como país de ingresos medios bajos tras 38 años
El Banco Mundial mantiene al país en la misma categoría desde 1987. Pese a la bonanza gasífera (2006-2013), la baja productividad y las instituciones débiles impiden superar el umbral de $4.465 anuales per cápita. Expertos señalan errores acumulados en todos los modelos económicos.
«Crecimos, pero sin eficiencia»
Según el economista Carlos Aranda, Bolivia crece por acumulación de capital o mano de obra, no por productividad. «En 2023 el PIB per cápita cayó 0.7%, mientras la población creció hasta 2%». El país ocupa el puesto 23 en ingresos en la región, igual que en 2006, mientras vecinos como Perú escalaron posiciones.
Errores que se repiten
Germán Molina destaca que la bonanza gasífera ($50.000 millones en exportaciones) no se invirtió en diversificación o reservas. «Se priorizó gasto público y empresas estatales improductivas». Hoy, las reservas internacionales apenas superan $3.000 millones y la inflación supera las previsiones.
Un problema de tres décadas
Martín Moreira explica que el neoliberalismo (1987-2005) derivó en fuga de capitales ($113.000 millones), mientras el estatismo posterior no planificó sostenibilidad. «El MAS mejoró ingresos con el gas, pero no repuso reservas ni diversificó la economía». Actualmente, la dependencia de hidrocarburos limita el crecimiento.
Atrapados en el mismo círculo
Bolivia lleva 38 años sin superar el umbral de ingresos medios bajos, con instituciones frágiles y educación colapsada. Los expertos coinciden: la solución requiere reformas estructurales en productividad, seguridad jurídica y estabilidad política, pero no habrá resultados inmediatos.
Sin margen para errores
El estancamiento persistente reduce el poder adquisitivo en 50% y limita las oportunidades económicas. La falta de divisas y el bajo dinamismo productivo plantean desafíos urgentes, aunque los cambios necesarios son a largo plazo.