Líder opositora bielorrusa celebra la liberación de su esposo tras negociaciones con EE.UU.
Siarhei Tsikhanouski, preso político en régimen de aislamiento durante más de dos años, fue liberado junto a otros 13 disidentes. La mediación del gobierno de Trump facilitó su excarcelación, según confirmó su esposa, la líder opositora Sviatlana Tsikhanouskaya, en una entrevista exclusiva.
«Mi querida esposa, soy libre»: un reencuentro tras el silencio
Sviatlana Tsikhanouskaya recibió una llamada inesperada el 22 de junio de 2025: su esposo, el activista y bloguero Siarhei Tsikhanouski, le anunció su liberación desde la frontera entre Bielorrusia y Lituania. El hombre, detenido en 2020 cuando planeaba desafiar al presidente Alexander Lukashenko en las elecciones, había estado «en régimen de incomunicación total» desde marzo de 2023, sin acceso a abogados ni contacto familiar.
Las huellas de la prisión
Al reunirse, Tsikhanouskaya describió el impacto físico y emocional: «Perdió la mitad de su peso. Nuestra hija pequeña no lo reconoció». Aunque el reencuentro ha revitalizado a la oposición bielorrusa, ambos advierten que las secuelas psicológicas persisten.
Trump, Lukashenko y una negociación con riesgos
La liberación fue resultado de gestiones del equipo de Trump, incluidos el general Keith Kellogg y el diplomático Chris Smith. Tsikhanouskaya pidió al mandatario estadounidense que «use su influencia para liberar a los más de 1.000 presos políticos restantes», pero alertó sobre el peligro de legitimar al régimen: «Lukashenko busca mostrarse como un interlocutor válido, pero es un criminal».
El papel de Bielorrusia en la guerra de Ucrania
La líder opositora vinculó la situación de su país con el conflicto regional: «Si Lukashenko sigue en el poder, no habrá paz duradera». Instó a que cualquier acuerdo con Rusia incluya garantías para la soberanía bielorrusa y el fin de las represiones internas.
Treinta años de crisis y una luz cautelosa
Bielorrusia vive bajo el autoritarismo de Lukashenko desde 1994. Las protestas masivas de 2020, en las que Tsikhanouskaya fue figura central, fueron reprimidas violentamente. El régimen mantiene más de 1.400 detenciones políticas actualmente, según organizaciones internacionales.
La liberación es solo el primer paso
Mientras Tsikhanouski se reintegra a la lucha opositora, su esposa insiste en que la presión internacional debe continuar hasta lograr «un diálogo nacional y cambios constitucionales». La eficacia de las negociaciones dependerá de que Lukashenko detenga las represiones, un escenario aún lejano.