BYD celebra en China la producción del millón de unidades del Dolphin Surf
La marca alcanzó el hito en solo 27 meses. El evento, en la fábrica de Xi’An, reunió a clientes e influencers con una gala surrealista. El modelo, vendido en Europa, cuesta menos de 9.000 euros en su mercado local.
Una fiesta «lisérgica» para un hito industrial
BYD conmemoró en Xi’An la fabricación de la unidad 1.000.000 del Dolphin Surf (conocido en China como Seagull). La planta, la más grande del mundo según la marca (13,3 millones de m²), detuvo su producción para albergar el evento, que combinó tecnología, música y cultura *pop*. Asistieron clientes, *streamers* y periodistas internacionales.
Clientes convertidos en protagonistas
Los dueños del vehículo personalizaron sus unidades con estilos que iban «del *tuning* raceo a tonos pastel». Algunos exhibían muñecos Labubu (figuras coleccionables en auge) o vinilos inspirados en coches de carreras. Diez propietarios recibieron regalos por haber comprado las unidades 100.000, 200.000…, en un sorteo que desató euforia entre los asistentes.
Gala con sorpresas inesperadas
El acto incluyó números musicales, como un tributo a The Who, y sorteos de accesorios «sin relación aparente con el coche» (tiendas de campaña o Labubus). Las gemelas olímpicas de natación sincronizada Liuyi y Qianyi Wang cerraron el evento, que duró más de dos horas y media.
Un éxito acelerado, pero con frenos
BYD logró el millón de unidades en 27 meses, aunque Reuters reportó un «parón momentáneo» en su producción. El Dolphin Surf, que en China cuesta menos de 9.000 euros, forma parte de la estrategia de la marca para dominar el mercado global de eléctricos.
El futuro se escribe en baterías
El evento reflejó la cultura de consumo china, donde los clientes son embajadores de marca. BYD, que ya prueba sistemas de conducción autónoma como el «Ojo de Dios», consolida su posición mientras ajusta su producción a la demanda.
Un millón de motivos para bailar
La celebración subraya el rápido ascenso de BYD en la industria automotriz. Su enfoque, alejado del protocolo occidental, mezcla tecnología, *marketing* viral y fidelización agresiva, aunque enfrenta desafíos de escalabilidad.