Gobierno de Trump busca acuerdos con otros países para deportaciones
El «zar fronterizo» Tom Homan confirmó negociaciones con múltiples naciones para enviar migrantes cuando sus países de origen se nieguen a recibirlos. La medida sigue a la deportación de ocho hombres a Sudán del Sur, pese a las advertencias de peligro del Departamento de Estado.
«Encontramos otro país que los acepte»
Homan declaró a POLITICO que la administración Trump pretende firmar acuerdos con «muchos países» para recibir deportados desde EE.UU., especialmente cuando sus naciones de origen rechacen su repatriación. «Si representan una amenaza pública, no estarán en nuestras calles. Hallaremos una tercera nación segura», afirmó. Sin embargo, evitó detallar qué países están en negociación hasta concretar los pactos.
El caso de Sudán del Sur
Ocho hombres fueron deportados esta semana al país africano, considerado por EE.UU. como «peligroso», tras un fallo del Tribunal Supremo que anuló una orden judicial previa. Homan desconocía su situación actual: «No sé si permanecerán allí o se irán». Las autoridades sursudanesas aseguraron que los migrantes están «bajo custodia y protección» en Juba.
Preocupación de defensores de migrantes
Abogados y activistas alertan sobre los riesgos de enviar deportados a países sin vínculos previos y con historial de violaciones de derechos humanos, como Sudán del Sur o El Salvador, donde algunos fueron enviados a una megacárcel. La administración Trump intentó previamente deportar a Libia, pero desistió tras críticas.
Un precedente judicial controvertido
El Tribunal Supremo avaló en junio las deportaciones a terceros países sin garantizar un «debido proceso significativo», revocando una sentencia que exigía opciones para impugnar estos traslados. Esto «potencia» la estrategia de la administración, según analistas, aunque abre interrogantes legales sobre la custodia de deportados en naciones intermedias.
Deportaciones en la era Trump
Gobiernos anteriores ya aplicaron deportaciones a terceros países, pero los acuerdos de Trump han enfrentado mayor escrutinio por elegir destinos con altos índices de violencia o inestabilidad. El caso de Sudán del Sur —en conflicto desde 2013— marca un nuevo hito en esta política.
¿Hacia dónde irán los próximos deportados?
La administración insiste en que los acuerdos garantizarán «oportunidades» para los deportados, pero su implementación sigue en duda. Mientras, defensores legales podrían cuestionar estos traslados, especialmente si EE.UU. mantiene algún control sobre los migrantes en los países receptores.