Erdoğan busca apoyo kurdo para mantenerse en el poder en Turquía
El presidente turco negocia con el líder del PKK, grupo considerado terrorista. La iniciativa busca resolver un conflicto de 40 años que ha dejado 40.000 muertos. El acuerdo incluye el desarme del PKK y su disolución, pero enfrenta desconfianza mutua.
«Un giro radical para salvar su carrera política»
Recep Tayyip Erdoğan, presidente de Turquía desde 2003, apuesta por integrar a la minoría kurda (15-20% de la población) tras perder apoyo en sus bastiones conservadores. «Es el único líder capaz de iniciar este proceso», afirma Harun Armağan, vicepresidente de Relaciones Exteriores del partido AK. El primer paso será la entrega de armas del PKK este viernes en Irak.
El papel clave de Öcalan
Abdullah Öcalan, líder encarcelado del PKK, declaró en un video que «la lucha armada ha terminado» y pidió la disolución del grupo. Sin embargo, activistas kurdos como Nurcan Baysal critican que el gobierno solo enfoque el proceso en el desarme: «No es paz si no garantiza derechos culturales y lingüísticos».
Un conflicto con raíces profundas
El enfrentamiento entre Turquía y el PKK comenzó en 1984, con reclamos kurdos de autonomía. Öcalan fue capturado en 1999 y condenado por traición. Erdoğan ya intentó negociaciones en 2013-2015, pero fracasaron. Ahora, la debilidad política del presidente lo obliga a buscar nuevos aliados, incluso entre sus antiguos enemigos.
¿Un nuevo capítulo o más de lo mismo?
El éxito del acuerdo depende de que el PKK cumpla el desarme y que los kurdos acepten la propuesta. Analistas como Soner Çağaptay creen que Erdoğan solo busca perpetuarse en el poder, posiblemente reformando la constitución con apoyo kurdo. Mientras, la oposición secular y los nacionalistas turcos ven el proceso con recelo.