Dólar en Bolivia se dispara por especulación y falta de control

El dólar en Bolivia supera los Bs. 16 en 2025, generando inflación y crisis por falta de regulación del Banco Central y auge del dólar digital.
Agencia de Noticias Fides - Bolivia
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Dólar en Bolivia se dispara por especulación y falta de control oficial

La moneda estadounidense pasó de Bs. 6,97 en 2023 a Bs. 16 en julio de 2025, generando inflación en productos básicos. La ausencia de regulación del Banco Central y el auge del dólar digital agravan la crisis. Exportadores y rumores en redes amplifican la volatilidad.

«El boliviano se hunde frente al dólar sin freno institucional»

El tipo de cambio más que se duplicó en dos años, con picos de Bs. 18,5 en mayo de 2025. «El valor lo determinan el miedo y actores con poder para inducir el precio», señala el análisis. La devaluación no reconocida oficialmente impacta en alimentos, medicamentos y electrodomésticos.

El rol de los exportadores y el dólar digital

Grandes exportadores se benefician de un tipo de cambio alto, reduciendo sus costos en dólares. Mientras, el USDT (dólar digital) iguala o supera al físico en plataformas P2P, «exacerbando la volatilidad». El gobierno impulsa bonos en UFV y oro, pero con efecto marginal.

Reservas agotadas y emisión sin respaldo

Las reservas internacionales cayeron de 15.000 millones de dólares (2014) a 2.300 millones (2025). El déficit fiscal se financió con emisión monetaria, debilitando el boliviano. Sin intervención del Banco Central, casas de cambio operan con diferencias de hasta Bs. 3 entre compra y venta.

De la estabilidad al caos cambiario

Bolivia mantuvo un tipo de cambio fijo hasta 2023, respaldado por altas reservas. La caída de exportaciones de gas, la pandemia y la falta de ajustes fiscales agotaron los fondos. Hoy, la especulación y rumores en redes sociales profundizan la crisis.

Un dólar que nadie controla

La cotización depende de intereses económicos, plataformas digitales y psicología colectiva. Sin políticas claras, la inflación y la pérdida de poder adquisitivo seguirán. El silencio de la banca privada y la desinformación amplifican el problema.