Ferrari recupera la marca Testarossa tras una década de disputa legal
El TJUE falla a favor de Ferrari al considerar válida la venta de coches usados y repuestos. La sentencia revoca el derecho de una empresa de juguetes alemana sobre el icónico modelo de los 80. El caso comenzó por no renovar el registro comercial en 2010-2015.
«Los ralladores de queso» regresan a Ferrari
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) determinó que la reventa de unidades usadas y piezas constituye «uso efectivo» de la marca, anulando así la cesión a Autec AG. La empresa alemana había aprovechado un vacío legal al demostrar que Ferrari no comercializó el modelo en ese periodo.
Un error que casi convierte el mito en juguete
Autec AG, fabricante de juguetes, registró legalmente la marca Testarossa en 2015 al demostrar que Ferrari «no la usó comercialmente durante cinco años». Esto permitiría usar el nombre en bicicletas o maquinillas de afeitar. El Tribunal Regional de Düsseldorf había avalado esta decisión en 2023, pero el TJUE la revocó.
Testarossa: más vivo que nunca
Ferrari argumentó que más del 90% de sus coches históricos siguen circulando, según Andrea Scioletti, director de vehículos usados. El TJUE validó que la venta de las 7.000 unidades fabricadas (1984-1996) a través de distribuidores autorizados «garantiza la identidad de origen» de la marca.
De Miami Vice al tribunal
El modelo, inmortalizado por la serie Corrupción en Miami, mantuvo su valor: de 145.000 euros en los 80 (419.000 actuales) a 241.000 euros en subastas recientes. Su impacto cultural, con réplicas licenciadas, también influyó en la sentencia.
Cuando la ley juega a favor de la nostalgia
La normativa europea exige usar las marcas registradas en cinco años. Ferrari no lo hizo entre 2010-2015, pero el TJUE amplió el concepto de «uso» al incluir mercado secundario y licencias. Así evitó que una pieza de su historia pasara a manos ajenas.
Un final con motor V12
La sentencia sienta un precedente para fabricantes de coches clásicos. Ferrari recupera el control total de su leyenda, aunque el caso revela riesgos legales al descuidar registros. Los Testarossa seguirán siendo solo Ferraris, no juguetes.