EEUU recorta fondos para alimentos terapéuticos contra la desnutrición infantil
Los recortes de USAID afectan al 50% de la producción global de RUTF. Proveedores estadounidenses acumulan stock sin distribuir, mientras organizaciones alertan de muertes evitables en países como Sudán del Sur. La crisis se agrava con reducciones similares en Europa.
«Almacenes llenos, niños vacíos»
Empresas como MANA Nutrition y Edesia tienen hasta tres veces más stock del habitual sin que el gobierno de EEUU active nuevos pedidos. «Millones de niños no reciben lo necesario», denuncia Navyn Salem, fundadora de Edesia. El Departamento de Estado asegura mantener programas clave, pero los proveedores contradicen esta información.
Impacto en el terreno
En Sudán del Sur, Clement Nkubizi (Action Against Hunger) describe clínicas cerradas y madres caminando 100 km para tratar a sus hijos. «La gente va a morir», advierte. Los RUTF, inventados en los 90, elevan la supervivencia del 25% al 90%, pero ahora escasean.
Un retroceso con historia
EEUU financiaba el 50% de los RUTF globales hasta que Trump recortó la ayuda exterior. Aunque reinstauró contratos en 2024, los pedidos se frenaron. Edesia perdió el 85% de su clientela al cerrar USAID y despidió al 10% de su plantel. Otros países como Reino Unido y Alemania también redujeron fondos.
Tormenta perfecta para la infancia
Expertos calculan hasta 14 millones de muertes evitables por la combinación de falta de RUTF y recortes en salud. «Sin tratamiento para malaria o VIH, estos niños no tienen oportunidad», resume Heather Stobaugh (Action Against Hunger). Mientras, 185.000 cajas de Plumpy’Nut esperan en almacenes estadounidenses.