Ministerio de Salud culpa al SEDES por crisis en Beni

El Gobierno atribuye la falta de medicamentos en Beni a fallas administrativas departamentales, mientras el Comité Cívico realiza un paro exigiendo soluciones.
Agencia de Noticias Fides - Bolivia

Ministerio de Salud culpa al SEDES por crisis sanitaria en Beni

El Gobierno atribuye la falta de medicamentos a fallas administrativas departamentales. El Comité Cívico de Beni realiza un paro de 24 horas exigiendo soluciones. La crisis afecta especialmente a pacientes con sarampión.

«El SEDES debe agilizar las compras de insumos»

La viceministra Mariana Ramírez afirmó que «el SUS ha transferido todos los recursos» y que la responsabilidad de las adquisiciones recae en los Servicios Departamentales de Salud. «Exhortamos a que los SEDES acompañen los procesos administrativos», declaró. Mientras, dos hospitales principales no pueden atender pacientes por falta de condiciones básicas.

Protestas y advertencias

Mario Pinto, dirigente del Comité Cívico Popular, protestó en La Paz calificando al Beni como «el departamento más olvidado». Cuestionó al ministro de Economía por no destinar fondos suficientes y advirtió: «Cuando el Beni se para, va hasta el final». Anunció medidas más duras si no se conforma un comité gubernamental para evaluar la situación.

Un brote que agrava la emergencia

La crisis se profundiza por la propagación nacional de sarampión, que afecta a numerosos pacientes en el departamento. La falta de insumos médicos impide una atención adecuada, según denuncian las autoridades cívicas.

Un sistema bajo presión

El texto revela tensiones recurrentes entre el nivel central y departamental en la gestión sanitaria boliviana. El SUS transfiere recursos, pero su ejecución depende de administraciones regionales, un modelo que muestra fisuras en contextos de emergencia.

El paro como primer aviso

La medida de fuerza busca visibilizar una crisis que afecta directamente a la población beniana. La eficacia de las protestas y la respuesta gubernamental marcarán el ritmo de una conflictividad que podría escalar.