Mariana Prado defiende renovación del MAS y reformas a la Ley 348
La candidata a vicepresidenta con Andrónico Rodríguez plantea cambios en el modelo económico y judicial. En entrevista con EL DEBER, evitó referirse a Evo Morales y enfatizó consensos con nuevos actores. La propuesta busca «renovación con memoria» sin abandonar logros sociales.
«No somos el MAS clásico»: apuesta por diálogo y economía mixta
Mariana Prado, aspirante a la vicepresidencia por el binomio con Andrónico Rodríguez, delineó un proyecto que combina continuidad en políticas sociales con apertura al sector privado. «El Estado debe estar en sectores estratégicos, pero no compitiendo donde ya hay iniciativa privada», afirmó. Destacó la inclusión de emprendedores, mujeres y jóvenes como ejes de su propuesta.
Ley 348: «Avanzar, no retroceder»
Como futura presidenta de la Asamblea Legislativa, Prado insistió en que las reformas a la Ley 348 deben mejorar su aplicación sin reducir derechos. «Las víctimas no pueden ser revictimizadas. Exigimos presupuesto para defensorías y justicia ágil», declaró. Negó que su compañero de fórmula haya cambiado de postura: «Esta es una posición firme de nuestro proyecto».
Crisis económica: proteger a los vulnerables
Reconoció la existencia de una «crisis económica, social y política», pero descartó ajustes que afecten a los más pobres. «Sostendremos el déficit temporalmente sin emisión incontrolada», precisó. Su enfoque prioriza mecanismos alternativos frente a recortes drásticos.
De la nacionalización a la «renovación con memoria»
El discurso de Prado evoca logros del MAS desde 2006 (reducción de pobreza, industrialización), pero propone una etapa centrada en «consensos amplios». Subrayó que Andrónico Rodríguez representa un «liderazgo joven» para integrar a regiones, clases medias urbanas y profesionales, sin mencionar a Evo Morales ni sus procesos judiciales.
Un proyecto que busca tender puentes
La candidatura apuesta por diferenciarse del MAS tradicional, manteniendo bases ideológicas pero con énfasis en economía popular y diversificación de actores. El éxito dependerá de su capacidad para conciliar demandas de sectores históricos y nuevos, en un contexto de crisis multifactorial.