Gobierno de Trump descarta amnistía para trabajadores agrícolas indocumentados
El asesor fronterizo Tom Homan afirma que no habrá regularización. La administración busca equilibrar las necesidades laborales del sector agrícola con su agenda migratoria restrictiva. El debate enfrenta a agricultores y partidarios de línea dura dentro del entorno de Trump.
«No habrá perdón para quienes incumplen la ley»
Homan, coordinador de fronteras, aseguró que no se tolerará la contratación ilegal y criticó a empleadores que «explotan y evaden impuestos». Sin embargo, el presidente Trump explora alternativas para garantizar mano de obra en el campo, donde trabajan unos 320.000 indocumentados. Departamentos clave analizan reformas al visado H-2A, según fuentes internas.
División en la administración
Mientras el secretario de Agricultura, Brooke Rollins, aboga por flexibilizar medidas, figuras como la titular de Seguridad Nacional, Kristi Noem, y el asesor Stephen Miller rechazan excepciones. Homan defendió el debate interno: «Prefiero opiniones diversas a un coro de adulación».
Presión entre dos frentes
La tensión escaló tras una pausa temporal en redadas ordenada por Trump en junio, luego revertida. Influenciadores del movimiento MAGA, como Charlie Kirk, acusaron a «élites» de promover amnistías. El presidente ha sugerido un programa de «retorno temporal», idea impopular entre su base.
Un sector entre la espada y la pared
La agricultura estadounidense depende históricamente de trabajadores indocumentados, pero la política migratoria de Trump prioriza deportaciones masivas. Reformas al sistema H-2A, aunque apoyadas por republicanos, no resolverían el déficit laboral actual.
Sin salida a la vista
El conflicto refleja la dificultad de conciliar demandas económicas con promesas de mano dura. Mientras el gobierno insiste en que no cederá en controles, los agricultores enfrentan incertidumbre sobre su fuerza laboral.