Funcionarios de Trump usaron web oscura para deportar académicos pro-palestinos
El gobierno identificó a 100 estudiantes y académicos mediante el sitio Canary Mission. Documentos judiciales revelan la implicación del exasesor Stephen Miller. Un juez federal evalúa si se violó la Primera Enmienda al perseguirlos por sus opiniones políticas.
«Tigres» de Homeland Security tras activistas
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) creó un «equipo tigre» de analistas que elaboró expedientes sobre académicos pro-palestinos. El 75% de los nombres provino de Canary Mission, según testimonios en el juicio. El sitio, anónimo y proisraelí, publica perfiles de activistas y sus protestas, aunque niega colaborar con el gobierno.
Miller y la maquinaria de deportación
Stephen Miller, exasesor de Trump, participó en llamadas semanales con agencias para coordinar la revocación de visas. John Armstrong, del Departamento de Estado, declaró que el eslogan «Del río al mar, Palestina será libre» podía justificar la deportación por «amenazar a Israel». Sin embargo, pedir un alto al fuego en Gaza no era motivo de expulsión.
Un blanco en la mira
El gobierno intentó deportar a académicos como Mahmoud Khalil y Rumesya Ozturk, alegando que su presencia «afectaba los intereses de política exterior». Rubio afirmó haber cancelado «más de 300 visas», aunque documentos oficiales mencionan solo 100 casos. Los tribunales frenaron las deportaciones mientras se resuelve la demanda presentada por asociaciones académicas.
La sombra de Canary Mission
El sitio, sin financiadores conocidos, cataloga a activistas como «antisemitas» con pruebas cuestionables. Peter Hatch, del DHS, admitió que usaron sus datos pero los verificaron. Grupos como Betar US, etiquetado como extremista por la ADL, también proporcionaron listas. La Casa Blanca invocó privilegio ejecutivo para ocultar detalles de las conversaciones internas.
El miedo se instala en las aulas
Bernhard Nickel, profesor alemán en Harvard, testificó que dejó de protestar o firmar cartas por temor a represalias. El juicio, sin jurado, enfrenta obstáculos: el juez William Young cuestionó si los demandantes tienen derecho a impugnar una ley migratoria que no se usó contra ellos directamente.
Consecuencias en el campus
La política ha creado un clima de autocensura entre académicos extranjeros. Mientras el juicio continúa, queda en duda si el gobierno podrá justificar legalmente la vinculación entre activismo pro-palestino y amenaza a la seguridad nacional.