Gobierno boliviano propone penas de hasta 10 años por accidentes con alcohol
El anteproyecto endurece las condenas para conductores ebrios que causen muertes. La iniciativa, impulsada por el Ministerio de Gobierno, modifica el Código Penal y retira licencias de forma permanente. Busca reducir la impunidad ante el aumento del 5.09% de heridos en rutas entre 2023 y 2024.
«Máximas penas para evitar más tragedias»
El ministro Roberto Ríos detalló que las condenas se duplicarán si hay alcohol o drogas involucradas: «En casos de muerte, la prisión será de 5 a 10 años». El texto también establece penas de 1 a 8 años para lesiones graves o gravísimas, según la gravedad. Los infractores perderán su permiso de conducir «de forma definitiva».
Datos que alarman
Según el Observatorio Boliviano de Seguridad Ciudadana, los fallecidos en accidentes aumentaron de 1.515 (2023) a 1.748 (2024). El 61% de los siniestros se atribuye a imprudencias como exceso de velocidad o uso de móviles al volante. Un 5.1% está vinculado directamente al consumo de alcohol o drogas.
Rutas que claman justicia
La iniciativa llega tras accidentes como el de la ruta Cochabamba-Oruro, donde un cisterna volcó y un peatón murió atropellado. La ALP ya tiene el anteproyecto para su tratamiento. Ríos insistió en que «se genera un agravante» si el conductor está bajo influencia de sustancias.
Una respuesta a la impunidad
El aumento de víctimas viales y la presión social por sanciones más duras impulsaron la reforma. Entre 2023 y 2024, los heridos pasaron de 15.051 a 15.817. El Ministerio de Gobierno afirma que la «mano dura» busca disuadir conductas de riesgo.
El camino judicial que viene
La eficacia de la medida dependerá de su aplicación en un sistema con altos índices de impunidad. El texto prioriza casos con víctimas fatales, pero su impacto real se medirá tras su aprobación y reglamentación.