Arce garantiza elecciones pese a presión de Morales por candidatura
El presidente boliviano asegura comicios pacíficos para el 17 de agosto mientras Evo Morales despliega siete estrategias para habilitarse, pese a fallos constitucionales. La polarización marca los últimos 120 días de gobierno del MAS.
«Sin Evo, no hay elecciones»: la batalla por el poder
Bolivia vive una crisis política al interior del oficialismo, con Luis Arce y Evo Morales enfrentados. El exmandatario impulsó protestas, bloqueos y denuncias contra el TSE para ser candidato, aunque el TCP ratificó su inhabilitación. Arce, por su parte, prometió que las FF.AA. y la Policía resguardarán el proceso.
Las siete jugadas de Morales
Desde septiembre de 2024, el líder cocalero ejecutó acciones clave: 1) Movilizaciones para recuperar el MAS, 2) Ataques al TSE y TCP, 3) Bloqueos con seis fallecidos, 4) Amenaza de boicot electoral, 5) Expulsión de candidatos no afines en el Chapare, 6) Campaña por voto nulo y 7) Acusaciones sin pruebas contra el vocal Tahuichi.
Arce: elecciones y aislamiento
El presidente, «cada vez más solo», responsabiliza a la oposición de la crisis económica y defiende su modelo. «El pueblo no es tonto», dijo al desestimar encuestas que ubican al MAS en baja. Apuesta por Eduardo Del Castillo como sucesor y asegura que el partido «no desaparecerá».
Antecedentes: dos mandatos y una sentencia
El TCP zanjó en 2025 con la Sentencia 007/2025 que ningún ciudadano puede ejercer la presidencia más de dos veces, continua o discontinuamente. Morales gobernó de 2006 a 2019. Arce, su exministro, asumió en 2020 en medio de una crisis postrenuncia.
Urnas y futuro incierto
El 17 de agosto definirá si el MAS mantiene el poder con Del Castillo o si la oposición capitaliza el desgaste. El vocal Vargas advierte «riesgo latente», pero Arce insiste en que garantizará el proceso. Morales, sin opción legal, sigue movilizando bases.