Venezuela posee más petróleo que Arabia Saudí pero produce 12 veces menos
La Faja Petrolífera del Orinoco alberga 300.878 millones de barriles, la mayor reserva comprobada del mundo. Pese a su potencial, Venezuela solo extrae 770.000 barriles diarios por sanciones y problemas estructurales. La región busca recuperar relevancia en un contexto de «fiebre del oro» petrolera en Latinoamérica.
Un gigante dormido bajo el Orinoco
La Faja Petrolífera del Orinoco, descubierta en 1936, concentra crudo pesado y extrapesado, más complejo y costoso de refinar. Aunque en su apogeo Venezuela producía 3 millones de barriles diarios, hoy ocupa el puesto 21 mundial, por detrás de Colombia. «El problema va más allá de las sanciones», señala el texto: la infraestructura requiere modernización urgente.
Oportunidad entre obstáculos
Las sanciones de EE.UU. se suavizaron temporalmente en 2023, permitiendo el regreso parcial de inversores extranjeros. Sin embargo, la corrupción y la crisis económica persisten. Las empresas ahora pueden gestionar licencias individuales, pero «el crudo venezolano sigue necesitando capital para competir».
Latinoamérica en la carrera petrolera
Mientras Guyana crece un 33% en PIB por sus yacimientos y Brasil escala al octavo puesto mundial, Venezuela lucha por no quedarse atrás. El texto destaca que México también avanza (puesto 11), pero plantea una incógnita: «¿Qué pasará cuando la transición energética reduzca la demanda global?».
De la gloria al declive
Venezuela fue potencia petrolera hasta que la mala gestión, la dependencia del crudo y las sanciones paralizaron su industria. La Faja del Orinoco, símbolo de riqueza mal aprovechada, refleja la caída de un sector que aportaba el 90% de los ingresos del país.
¿Despertará el gigante?
El futuro de la Faja depende de inversiones y estabilidad política, pero el contexto global añade incertidumbre. Mientras otros países latinoamericanos aprovechan el «momentum», Venezuela enfrenta una carrera contra el tiempo para no perder su última carta económica.