Panificadores de El Alto protestan por falta de harina subvencionada

Panificadores de El Alto exigen solución a la falta de harina subvencionada y advierten con paralizar la producción de pan si no reciben el producto.
unitel.bo

Panificadores de El Alto protestan por falta de harina subvencionada

Exigen incremento en el precio del pan ante el encarecimiento de insumos. La Asociación de Panificadores denuncia el incumplimiento de EMAPA en la entrega de harina desde junio. Advirtieron con paralizar la producción de marraqueta desde el lunes si no reciben el producto.

«Sin harina no hay pan»

La protesta se realizó frente a una agencia de EMAPA en La Paz, donde los panificadores alteños exigieron solución inmediata. Geretrudis Herrera, una de las movilizadas, señaló que deben comprar harina argentina a Bs 445 el quintal, frente a los Bs 96 que cuesta la subvencionada. «Si no llega el producto, iremos a paro», afirmó.

Costos que no cuadran

Según verificó UNITEL, la harina nacional subió a Bs 460, mientras que EMAPA la adquiere a Bs 315. En marzo, el gerente Franklin Flores había garantizado 2.4 millones de quintales para el sector, junto a otros insumos como manteca y azúcar. Sin embargo, los panificadores alegan que el precio actual del pan (50 centavos) ya no es sostenible.

Un sector entre la espada y la pared

La crisis afecta directamente a los consumidores, quienes podrían enfrentar un aumento en el precio del pan o desabastecimiento. Los panificadores insisten en que sin la harina subvencionada, su actividad es inviable. EMAPA no se ha pronunciado oficialmente sobre las denuncias.

Pan caro, bolsillos flacos

El conflicto ocurre en un contexto de alza generalizada de insumos y tensiones por subsidios estatales. EMAPA, creada para garantizar seguridad alimentaria, enfrenta críticas recurrentes por irregularidades en la distribución. En 2023, el Gobierno destinó Bs 315 millones a subvenciones para el sector, según datos oficiales.

El horno no está para bollos

La resolución dependerá de si EMAPA regulariza las entregas o se negocia un ajuste de precios. Mientras, los alteños esperan que no se cumpla la amenaza de paro, que dejaría sin pan a miles de familias.