Canadá reconsidera su mandato de vehículos eléctricos por presión de EE.UU.
El gobierno de Mark Carney estudia eliminar la norma que beneficia a Tesla. La medida, heredada de Justin Trudeau, exige que el 20% de las ventas de automóviles sean eléctricos para 2026. La industria y Washington presionan para alinear políticas comerciales.
«Tesla gana millones mientras las ventas de eléctricos caen»
El mandato actual obliga a los fabricantes a comprar créditos a Tesla si no alcanzan el 20% de ventas de vehículos eléctricos (EV). Brian Kingston, de la Asociación de Fabricantes de Automóviles de Canadá, reveló que «Tesla obtuvo más de 400 millones de dólares en créditos regulatorios solo en el primer trimestre de 2025». Las ventas de EV representaron apenas el 8.7% en mayo.
Presión comercial y dilema climático
El primer ministro Carney negocia con Donald Trump eliminar aranceles del 25% a autos canadienses, pero el mandato EV es un obstáculo. Un funcionario anónimo admitió: «No tenemos un problema comercial, sino de alineación política con EE.UU.». Trump ya eliminó incentivos similares en California.
La industria pide flexibilidad
Sarah Goldfeder, de General Motors Canadá, explicó que cumplir la norma implica «reducir inventarios o pagar a Tesla». «Es un costo adicional que perjudica la competitividad», afirmó. Los fabricantes temen que, sin cambios, el sector automotriz canadiense quede en desventaja.
Una herencia incómoda
La política EV fue parte del plan climático de Trudeau, que buscaba prohibir los autos de combustión para 2035. Aunque las emisiones de vehículos han bajado, el Instituto Climático Canadiense advierte que no es suficiente para cumplir las metas ambientales.
Carney entre la espada y la pared
El gobierno debe decidir entre mantener el mandato —y arriesgar el acuerdo con EE.UU.— o eliminarlo, lo que sería visto como un retroceso climático. Goldfeder subrayó: «No es un rechazo a los EV, sino un ajuste a la realidad del mercado».