Corea del Sur reduce salarios y empleos a mayores de 60 años
El 38% de los ancianos vive en pobreza relativa, según Human Rights Watch. Las leyes laborales obligan a jubilaciones forzosas a los 60 y recortan sueldos previos. El informe denuncia discriminación por edad en un país con grave envejecimiento poblacional.
«Castigados por envejecer»: la crisis laboral oculta
Human Rights Watch (HRW) revela en un informe que las políticas surcoreanas empujan a trabajadores mayores a empleos precarios y salarios reducidos. Analiza 34 casos, como Young Soo, cuyo sueldo bajó un 48% a los 59 años. «El Gobierno debería dejar de castigar a los trabajadores solo por envejecer», afirma Bridget Sleap, investigadora de HRW.
Tres políticas clave
HRW señala tres normas problemáticas: – Jubilación obligatoria a los 60 (aplicada por el 95% de grandes empresas). – Salario máximo: recortes del 10-20% anual antes de jubilarse. – Programas de reinserción laboral insuficientes, que derivan a empleos mal pagados (69% de mayores de 60 en precariedad).
Un país que envejece sin red de seguridad
Corea del Sur tiene la tasa de pobreza en ancianos más alta de la OCDE (38%). La Pensión Nacional de Vejez solo llega a los 65 años, dejando a muchos sin ingresos. La esperanza de vida crece, pero «las leyes niegan oportunidades a los mayores», subraya el informe.
¿Reforma o colapso?
El presidente Lee Jae Myung propone subir la jubilación a 65 años, pero HRW critica el enfoque: el problema no es cuándo se jubilan, sino cómo. Con un 20% de población mayor de 65 años, el sistema actual agrava la desigualdad y la pobreza.