Quipus dejó de vender celulares en 2016 por falta de competitividad
La empresa estatal boliviana suspendió su línea móvil ante la imposibilidad de competir con marcas internacionales. La gerencia confirmó que priorizaron equipos de computación. El dato surge en un reporte oficial a nueve años del cese de operaciones.
«No pudimos ser competitivos ante modelos que salían a diario»
Anahí Carcagno, gerente comercial de Quipus, explicó que la producción de celulares se detuvo en 2016 por la rápida renovación de modelos de otras marcas. «Hemos ampliado la gama de equipos de computación», señaló. La decisión confirmó las advertencias previas de legisladores opositores sobre los desafíos de competir con gigantes tecnológicos.
Actores y repercusión
La empresa, creada en 2013 mediante el Decreto Supremo 1759, formaba parte del Complejo Productivo Tecnológico. Su fracaso en el segmento móvil afectó las expectativas de soberanía tecnológica. Los ciudadanos bolivianos continuaron dependiendo de marcas internacionales para adquirir dispositivos.
Un proyecto con obstáculos desde el inicio
Quipus nació con el objetivo de impulsar la producción y ensamblaje local de tecnología. Sin embargo, la oposición política ya había alertado sobre sus limitaciones competitivas. La falta de innovación y capacidad logística la alejaron del mercado de telefonía, dominado por actores globales.
El giro hacia la computación como alternativa
La empresa reorientó sus esfuerzos hacia equipos informáticos, aunque el texto no detalla su desempeño actual en ese rubro. El cierre de la línea móvil marcó un punto de inflexión en su estrategia comercial.
Una lección sobre los límites de la industria estatal
El caso de Quipus ilustra los desafíos de las empresas públicas en mercados tecnológicos dinámicos. Su salida del sector móvil dejó en evidencia la dificultad para igualar la innovación y escalabilidad de las multinacionales.