BYD cancela su planta en México por tensiones geopolíticas

La empresa china BYD suspende su proyecto en México debido a aranceles estadounidenses e incertidumbre geopolítica, priorizando su fábrica en Brasil.
xataka.com

BYD cancela sus planes de construir una planta en México

La empresa china paraliza su proyecto por tensiones geopolíticas y aranceles estadounidenses. Stella Li, vicepresidenta de BYD, confirmó la decisión este mes. La compañía prioriza ahora su fábrica en Brasil.

«Esperamos mayor seguridad antes de decidir»

BYD, el gigante chino de automóviles eléctricos, ha suspendido indefinidamente su proyecto de instalarse en México. Según Stella Li, la incertidumbre geopolítica y los aranceles de EE.UU. obligan a «repensar la estrategia». La medida afecta a planes de expansión en Norteamérica, donde buscaba competir con Tesla.

Presiones cruzadas

El Gobierno de Donald Trump incrementó los aranceles a vehículos fabricados en México, mientras China veía riesgos de «espionaje industrial». BYD requería evitar componentes estadounidenses para mantener precios competitivos. «Sin acceso al mercado de EE.UU., el modelo no era viable», señalan analistas.

Una inversión en standby

En 2024 se especuló con una planta para 10.000 empleados, pero la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, aclaró que nunca hubo un acuerdo formal. La paralización coincide con el retraso de la fábrica de Tesla en Nuevo León.

América Latina como plan B

BYD centrará sus esfuerzos en Brasil, donde ya construye una fábrica, pese a denuncias por condiciones laborales. La empresa mantiene su meta de ser «uno de los tres mayores fabricantes mundiales en cinco años», según Li.

El tablero geopolítico frena al automóvil

La industria enfrenta presiones desde 2024, cuando EE.UU. y China endurecieron medidas. Biden prohibió la venta de coches chinos en su país, y Trump elevó barreras comerciales a México. BYD ya anticipó que adaptaría su modelo a estas restricciones.

Un freno con consecuencias a medio plazo

La cancelación retrasa la llegada de vehículos eléctricos asequibles a México y reduce oportunidades laborales. La viabilidad del proyecto dependerá de cambios en las relaciones comerciales entre las tres potencias.