Cirrus Aircraft incorpora paracaídas balísticos de serie en sus aviones
El sistema CAPS ha salvado más de 250 vidas desde su implementación. La empresa estadounidense integra este mecanismo en sus aeronaves ligeras desde los años 90, combinándolo con aterrizaje autónomo en sus modelos más avanzados.
«Un paracaídas que forma parte del avión»
Cirrus Aircraft desarrolló el Cirrus Airframe Parachute System (CAPS), un paracaídas balístico activado con una palanca en cabina. «El sistema se despliega en segundos mediante un cohete, frenando la caída del avión», explica la compañía. Funciona mejor entre 180 y 600 metros de altitud, según datos técnicos.
Historia y pruebas
El proyecto nació en los 90, inspirado en prototipos de BRS. La primera prueba exitosa fue en 1998 en California, con un piloto militar. Desde entonces, se ha activado 136 veces en emergencias reales, como fallos de motor o pérdida de control.
Casos reales
Greg Huntley, piloto de un Cirrus SR, sobrevivió en 2014 tras un fallo motor a 1.500 metros: «Antes de activar el CAPS, pensé que tenía cinco minutos de vida». El avión aterrizó colgado del paracaídas en un campo.
De los aviones ligeros al primer jet con paracaídas
El Vision Jet (2016) fue el primer reactor monomotor con CAPS. Además, incluye Safe Return, un botón que activa el aterrizaje autónomo si el piloto queda incapacitado. «Cualquier pasajero puede usarlo», destaca Cirrus.
Una idea que nació en los 90
La aviación general tradicional consideraba inviable integrar paracaídas en aeronaves. Cirrus, liderada por el ingeniero Paul Johnston, demostró que era posible adaptarlos en aviones ligeros, priorizando la seguridad estructural desde el diseño inicial.
Seguridad con límites claros
El sistema no es aplicable a todos los aviones por cuestiones de peso y aerodinámica. Sin embargo, su éxito en modelos ligeros ha replanteado enfoques en la industria, según datos de COPA y testimonios de pilotos.