Trump critica a Musk por crear un nuevo partido político en EE.UU.
El expresidente tacha de «ridículo» el proyecto de Musk. La ruptura se produce tras la eliminación de un mandato sobre vehículos eléctricos y la aprobación de una megaley republicana. Trump acusa a Musk de actuar por interés económico.
«Un desastre en marcha»
Donald Trump calificó a Elon Musk como «un TRAIN WRECK (desastre en marcha)» en una publicación en Truth Social. El expresidente mostró su decepción porque el magnate, antes aliado, anunció el sábado la formación del America Party. «Los terceros partidos solo generan caos», afirmó Trump, defendiendo la eficacia del Partido Republicano.
El detonante: la megaley y los vehículos eléctricos
Musk criticó duramente la megaley republicana aprobada la semana pasada, que eliminó el mandato de vehículos eléctricos (EV), algo que Trump defendió como «una gran ley». El empresario aseguró que la norma «destruirá millones de empleos y dañará estratégicamente a EE.UU.». Trump atribuyó el giro de Musk a sus intereses: «Perdió el mandato EV y se volvió loco».
La respuesta de Musk: «El pueblo necesita una voz»
El fundador de Tesla y SpaceX justificó su decisión con una encuesta que indicaba que el 66% de los estadounidenses apoyaría un nuevo partido. «Hoy nace el America Party para devolverles la libertad», escribió. Ya el 28 de junio había advertido: «El borrador del Senado es insano y destructivo».
Una relación que se descarrila
Musk, que asesoró a Trump al inicio de su gobierno, pasó de aliado a crítico en cinco semanas. La eliminación del mandato EV y la megaley republicana —que según Musk beneficia a «industrias del pasado»— aceleraron la ruptura. Trump insistió en que los terceros partidos «no funcionan en el sistema estadounidense».
¿Un nuevo actor en la política de EE.UU.?
El enfrentamiento refleja la polarización en torno a políticas clave como el clima y la industria. Mientras Trump celebra la megaley como histórica, Musk la considera una amenaza para el futuro. El éxito del America Party dependerá de su capacidad para capitalizar el descontento con el bipartidismo.