Francotirador implicado en emboscada ganaba Bs 200 mil con narcotráfico
Galo Jorge Chiri, acusado del ataque en Llallagua, financiaba movilizaciones con cultivos ilegales. La Policía incautó 63 viveros de marihuana en Potosí, vinculados a una red delictiva. El hecho dejó tres policías muertos y reveló la conexión entre narcotráfico y violencia.
«De los tiros a los viveros ilegales»
La investigación sobre el ataque armado en Llallagua descubrió que Chiri, el presunto francotirador, obtenía Bs 200.000 mensuales con plantaciones de marihuana. El viceministro Aguilera confirmó que estos fondos «podrían haber financiado las movilizaciones sociales» que derivaron en las muertes. Chiri está detenido en el penal de San Pedro de Oruro.
La red detrás de los cultivos
En Lagunillas, a 25 km de Llallagua, se hallaron 63 viveros con 14,4 toneladas de marihuana, valoradas en 2,1 millones de dólares. El ministro Ríos detalló que 20 estaban en cosecha y 43 en producción, con sistemas de riego en zona árida. «Hay vínculos con el trópico de Cochabamba y posible participación extranjera», señaló.
Antecedentes: narcotráfico y conflicto social
El caso expone cómo estructuras delictivas usan recursos ilícitos para influir en protestas en la región andina. La incineración de los viveros en junio marcó un precedente en la lucha antidroga, aunque persisten redes arraigadas.
Implicaciones: desmantelar más que cultivos
El arresto de Chiri abre una investigación mayor para desarticular la red que opera en Potosí. La conexión entre narcotráfico y violencia política plantea desafíos para las autoridades, que buscan evitar nuevos episodios como el de Llallagua.