Presunto francotirador cultivaba marihuana en carpas solares en Potosí
Galo Jorge Chiri obtenía 200.000 bolivianos mensuales por cultivos ilegales, según el viceministro de Régimen Interior. El sindicado es investigado por matar a un policía e herir a otro en Llallagua. Autoridades vinculan el narcotráfico con las movilizaciones en la región.
«Una red criminal con raíces en el narcotráfico»
El viceministro Jhonny Aguilera reveló que Chiri era dueño de carpas solares en el norte de Potosí, donde cultivaba marihuana de forma ilegal. «El autor recaudaba 200.000 bolivianos mensuales», afirmó. Las investigaciones sugieren que estos ingresos financiaron parte de las protestas en la zona.
El ataque a los policías
Según las pesquisas, Chiri disparó desde el cerro Colla, matando a un teniente e hiriendo gravemente a un capitán. Aguilera calificó el hecho como una «matanza» y lo vinculó a intereses del narcotráfico. Además, señaló que la red intercambiaba marihuana por vehículos robados o indocumentados desde Chile.
Antecedentes: Narcotráfico y conflicto en Llallagua
La región de Llallagua ha sido escenario de tensiones sociales y denuncias de actividades ilícitas. El caso de Chiri expone la posible infiltración del narcotráfico en movilizaciones locales, según las autoridades. Investigaciones previas ya habían detectado cultivos ilegales en zonas remotas de Potosí.
Implicaciones: Un caso que trasciende la violencia
El hallazgo de los cultivos ilegales refuerza la hipótesis de que el crimen organizado opera en la región. Las autoridades enfrentan el desafío de desarticular redes que, según Aguilera, combinan narcotráfico, violencia y posible financiamiento de protestas.