La Casa Blanca niega que los recortes a la NWS afectaran la respuesta a las inundaciones en Texas
La portavoz Karoline Leavitt atribuyó el desastre a «un acto de Dios». El Gobierno federal rechaza críticas por los recortes del DOGE al Servicio Meteorológico, pese a la salida de 600 empleados. La oposición demócrata exige una investigación.
«Alertas tempranas, pero preguntas sin responder»
La Casa Blanca defendió este lunes que la NWS emitió avisos «oportunos y consistentes» antes de las inundaciones que dejaron decenas de muertos en Texas Hill Country. La portavoz Leavitt insistió en que «el Servicio Meteorológico cumplió con su trabajo», desvinculando los recortes presupuestarios de la tragedia.
La batalla política tras la tragedia
Demócratas como el senador Chris Murphy acusaron a la administración Trump de «debilitar la capacidad de respuesta» con despidos y jubilaciones anticipadas en la NWS. El líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, pidió una investigación sobre si la falta de personal «contribuyó a la pérdida de vidas».
Los datos que alimentan la polémica
Según el texto, 600 empleados abandonaron la NWS entre despidos y retiros voluntarios hasta junio de 2025. El Partido Demócrata destacó en redes sociales que vacantes en oficinas locales de San Angelo y San Antonio afectaban puestos «clave para coordinar emergencias».
Un clima de tensiones previas
Los recortes del DOGE, liderado por Elon Musk, forman parte de la política de reducción del Gobierno federal impulsada por Trump. La NWS, dependiente de la NOAA, ya enfrentaba críticas por su capacidad operativa tras años de ajustes.
¿Responsabilidad o fatalidad?
Mientras la Casa Blanca insiste en que las alertas fueron suficientes, la disputa refleja el impacto de los recortes en servicios críticos. La investigación solicitada por Schumer podría definir si hubo fallos sistémicos en la respuesta.