Los asientos de avión reducen su espacio un 22% desde 1978
El «pitch» (distancia entre asientos) ha pasado de 90 cm a 70 cm en low-cost. La desregulación aérea en EE.UU. y Europa impulsó esta tendencia que prioriza beneficios sobre comodidad. Un problema agravado por el aumento del tamaño corporal humano.
«El cuerpo crece, los asientos menguan»
La Airline Deregulation Act de 1978 en EE.UU. y el Tercer Paquete de Liberalización (1992-1997) en Europa eliminaron estándares de espacio. Hoy, cuatro aerolíneas controlan el 80% del mercado estadounidense, mientras en Europa dominan las low-cost como Ryanair. El ancho de los asientos también ha disminuido 5 cm.
Impacto en la salud y seguridad
El hacinamiento aumenta el riesgo de trombosis venosa, según el CDC. Las pruebas de evacuación de la FAA «excluyeron a niños, ancianos y personas con discapacidad», usando solo 60 participantes en condiciones irreales. Paul Hudson, de FlyersRights, denuncia que las aerolíneas «van en dirección opuesta al cuerpo humano».
De la comodidad al «negocio de hacinar»
Las aerolíneas segmentan el espacio con opciones como Economy Plus, creando «un sistema de castas aéreas», según el experto William McGee. Los billetes básicos obligan a pagar suplementos por servicios que antes eran estándar, como equipaje o comida.
Cuando el cuerpo ya no cabe
Desde los 90, el peso medio en EE.UU. aumentó 7 kg, pero los asientos se redujeron. El 50% de los pasajeros ya no caben cómodamente, especialmente afectando a personas con sobrepeso o envergadura amplia.
Un legado que sigue expandiéndose
La industria prioriza márgenes de beneficio sobre espacio vital. Aunque las aerolíneas defienden la seguridad, expertos alertan de que la reducción continuada de asientos y compartimentos incrementa riesgos operativos y sanitarios.