La Paz celebra la semana de la marraqueta por su gesta libertaria
La feria gastronómica durará hasta el domingo con panes a precios accesibles. Conmemoran los 216 años de la gesta libertaria paceña y resaltan el pan declarado Patrimonio Cultural en 2024. La actividad se realiza en el Palacio Consistorial.
«Pan fresco y tradición que cruza generaciones»
Desde este lunes 16 de julio, decenas de panificadores exponen y venden marraquetas, bizcochos y panes dulces en La Paz. «Son productos frescos y a precios accesibles», destacaron representantes del sector al canal estatal. La marraqueta, también llamada «pan de batalla», fue declarada Patrimonio Cultural en 2024 y tiene su día oficial cada 6 de julio.
Origen e identidad paceña
La historiadora Florencia Durán explica que la marraqueta llegó a Bolivia en 1908 de la mano del panadero Michel Jorge Callisperis. Su nombre podría derivar de panaderos franceses (Marraquette), de «marroco» (Marruecos) o de la baguette. El pan, de corteza crocante y forma alargada, se elabora con harina, agua, sal, levadura y azúcar.
Un legado que se hornea
El Concejo Municipal paceño impulsó la declaratoria patrimonial para promover la identidad gastronómica local. Este año, en lugar de un solo día, la celebración se extiende por toda una semana, coincidiendo con los 216 años de la gesta libertaria del departamento.
Del horno a la mesa paceña
La feria en el Palacio Consistorial opera de 10:00 hasta tarde, ofreciendo productos tradicionales. La marraqueta es un símbolo de consumo diario en los hogares, según los organizadores, quienes destacan su rol en la cultura alimentaria local.
Un pan con historia
La marraqueta consolidó su lugar en la gastronomía paceña durante el siglo XX. Su declaratoria como patrimonio en 2024 buscó proteger su valor cultural, vinculado a rituales cotidianos como el desayuno o las meriendas familiares.
Pan que une tradición y celebración
La semana de la marraqueta refuerza su simbolismo como ícono paceño, combinando historia, identidad y acceso popular. La actividad cierra el domingo, dejando en evidencia la vigencia de este producto en la vida diaria de La Paz.