La ONU cierra tres oficinas de DDHH en Colombia por falta de fondos
Desaparecerán las sedes de Medellín, Neiva y Villavicencio. La medida, anunciada este 4 de julio, afectará a 46 empleados y reducirá la protección en zonas con presencia de grupos armados. La ONU atribuye el recorte a la caída de donaciones desde 2023.
«Un recorte en el peor momento»
Maarit Kohonen, directora de Operaciones Globales de la Oficina del Alto Comisionado, advirtió que el cierre ocurre «cuando la contribución a la prevención de la violencia es más necesaria que nunca». Las oficinas afectadas cubrían ocho departamentos, donde actores armados no estatales amenazan a defensores de DDHH.
Impacto en el Acuerdo de Paz
El anuncio coincide con la presentación de un informe que urge reforzar el apoyo al Acuerdo de Paz con las FARC (2016). El documento también exige reformar la Policía Nacional y la legislación de inteligencia para ajustarlas a estándares internacionales.
Un presupuesto bajo mínimos
Kohonen señaló que en 2025 se produjo «la finalización o reducción significativa de contribuciones financieras» por parte de donantes. La ONU ha reiterado su llamado a la comunidad internacional para garantizar fondos que permitan mantener su labor en Colombia.
Menos recursos, más riesgos
Colombia enfrenta un aumento de la violencia en regiones donde la ONU ha monitoreado conflictos armados y abusos contra civiles. El cierre de estas oficinas reduce la capacidad de supervisión en zonas críticas, precisamente cuando el país intenta consolidar el proceso de paz.
Un vacío que preocupa
La medida limita el acompañamiento técnico de la ONU en un contexto de restricciones presupuestarias globales. La organización insiste en que su labor sigue siendo «única y esencial» para Colombia, pero dependerá de que los donantes respondan a su llamado de emergencia.