11 jóvenes con discapacidad mental gestionan cafetería en El Alto
Estudiantes del CEEMAN se forman para integrarse al mercado laboral. La iniciativa, impulsada por Fe y Alegría, combina capacitación teórica y práctica. Los jóvenes administran el local desde septiembre de 2024, divididos en áreas de panadería, limpieza y administración.
«Demuestran que pueden trabajar»
Los 11 jóvenes, alumnos del Centro de Educación Especial Madre de Ascención Nicol (CEEMAN), realizan pasantías en la Cafetería Nicol para obtener su certificado por competencias. Ernestina Tarquino, madre de uno de los estudiantes, destacó: «A pesar de su discapacidad, están demostrando que pueden trabajar». Cinco se encargan de panadería, cuatro de limpieza y dos del área administrativa.
Formación con impacto social
Dalila Vera, directora del CEEMAN, explicó que los estudiantes son proactivos y entusiasmados. El centro, dependiente de Fe y Alegría, gradúa a los jóvenes en tres áreas técnicas. En 2024, 13 estudiantes obtuvieron su certificación, algunos continuando su formación o emprendiendo en repostería.
Un aval para el futuro laboral
Yerko Camacho, director nacional de Fe y Alegría, subrayó que el certificado del Ministerio de Educación permite a los jóvenes incorporarse al mundo laboral. «La capacitación práctica perfecciona sus conocimientos», afirmó. Actualmente, el CEEMAN tiene 178 estudiantes en distintos niveles formativos.
Una semilla plantada en 2024
La Cafetería Nicol abrió en septiembre pasado como unidad productiva del CEEMAN, ubicado en El Alto. El proyecto busca romper barreras laborales para personas con discapacidad mental, un grupo históricamente excluido del empleo formal en Bolivia.
Un modelo que abre puertas
La iniciativa muestra cómo la formación técnica adaptada puede generar oportunidades reales. Los jóvenes no solo adquieren habilidades, sino también un reconocimiento oficial que valida su capacidad laboral.