Beni declara emergencia sanitaria por recorte presupuestario y brote de sarampión
El departamento exige recursos al Gobierno central tras recibir solo 2 de 7 millones de bolivianos asignados. La Gobernación anuncia acciones legales y una marcha a La Paz en 72 horas si no se revierte la situación. El brote de sarampión en el país agrava la crisis, con un caso confirmado en Trinidad.
«No queremos limosnas, exigimos justicia»
El gobernador Alejandro Unzueta, junto al sector salud y organizaciones civiles, denunció el «abandono del Estado central» tras un recorte del 71% en transferencias del TGN. «¿Cómo puede haber salud sin recursos?», cuestionó durante un acto con trabajadores médicos, muchos de los cuales llevaban meses sin cobrar. Los hospitales Materno Infantil y Germán Busch, que atienden a 500.000 personas, operan con fondos insuficientes.
Medidas urgentes
Unzueta anunció: creación de una cuenta única para hospitales, auditoría al sistema de salud, y un Fondo Solidario Departamental. «Vamos a ir con médicos y todo el pueblo beniano a La Paz», advirtió. El Comité Interinstitucional respaldó las acciones y alertó sobre un colapso irreversible de no atenderse la emergencia.
Sarampión: la gota que colma el vaso
La ministra de Salud, María Renée Castro, confirmó 76 casos a nivel nacional, con focos en Santa Cruz, La Paz y ahora Beni. Una niña de un año y siete meses, sin vacunar, es el primer caso en Trinidad. El Gobierno activó campañas de vacunación con la vacuna SRP para niños de 12 meses a 10 años. «Dos dosis bastan; prioricemos a quienes no tienen ninguna», pidió Castro.
Historia de un desfinanciamiento crónico
Unzueta reveló que desde su llegada al cargo ha cubierto deudas salariales de hasta nueve meses con recursos limitados. Criticó que la explotación de recursos naturales del Beni no se traduzca en inversión local. El SUS (Sistema Único de Salud) del departamento acumula años de subejecución presupuestaria, agravada ahora por el recorte de 5 millones de bolivianos.
El reloj corre para Beni
La Gobernación tiene 72 horas para lograr una respuesta del Gobierno nacional antes de escalar las protestas. La combinación de falta de recursos y el brote de sarampión pone en riesgo a una población con alta vulnerabilidad sanitaria. «Esta lucha no es solo de médicos, es de todos los benianos», cerró Unzueta.