Comida caliente reconforta a cruceños durante ola de frío
Venta de api, empanadas y buñuelos aumenta con temperaturas de 8°C. Los puestos ambulantes ofrecen bebidas y snacks tradicionales a precios accesibles, convirtiéndose en una solución rápida para combatir el invierno. Doña Saida, una vendedora con 15 años de experiencia, destaca por su sazón y dedicación.
«Sabores que calientan el cuerpo y el alma»
En mercados y esquinas de Santa Cruz, el api morado (Bs 3), la quinoa con leche (Bs 5) y los buñuelos (Bs 2-3) son los más demandados. Estos productos, de preparación rápida, son ideales para trabajadores y estudiantes que inician su día temprano. «La gente busca algo que les llene y les quite el frío», refleja la cotidianidad cruceña.
Doña Saida: tradición y esfuerzo
La vendedora del mercado Santa Rosa prepara hasta 200 empanadas y 100 vasos de api diarios, pese al alza en el precio de la harina (de Bs 180 a Bs 440 el quintal). «Aprendí sola, con recetas de libros y práctica», cuenta. Su clientela valora la frescura y el sabor casero de sus productos.
Un negocio que sostiene familias
La venta ambulante de comida caliente representa un ingreso vital para muchas familias cruceñas. Con infraestructura mínima —ollas, mesas o carritos—, estos emprendimientos mantienen viva la tradición gastronómica local mientras enfrentan los desafíos económicos actuales.
Raíces que resisten al invierno
Las bebidas y snacks calientes son parte de la identidad cruceña, especialmente en temporada de frío. Su popularidad persiste por su accesibilidad y el vínculo emocional que generan, como demuestra la fidelidad de los clientes de Doña Saida tras 15 años de trabajo.
Calor que se sirve en vaso y plato
El repunte en la demanda refleja cómo la comida tradicional se adapta a las necesidades climáticas y económicas. Estos productos no solo mitigan el frío, sino que sostienen microeconomías urbanas en un contexto de inflación.