Bolivia logra certificación como zona libre del picudo mexicano del algodón
La CAN reconoce el estatus fitosanitario que reduce costos para los productores nacionales. El logro, gestionado durante tres años, permitirá reabrir mercados andinos y reactivar un sector que llegó a cultivar 60.000 hectáreas.
«Una ventaja comercial frente al Mercosur»
José Luis Landívar, representante de los productores, destaca que Bolivia evita hasta 14 tratamientos con insecticidas, a diferencia de Brasil, Argentina o Paraguay, donde el picudo eleva los costos. «Podemos recuperar mercados perdidos hace una década», afirma. La certificación fue otorgada por Perú, Colombia y Ecuador tras un monitoreo sin detecciones de la plaga.
Potencial con biotecnología
Actualmente se cultivan 3.500 hectáreas, pero Landívar proyecta 100.000 hectáreas si se autorizan semillas genéticamente mejoradas. «Sin deforestar, podríamos generar 136 millones de dólares solo en fibra», señala. Critica la prohibición de transgénicos: «Importamos maíz transgénico argentino, pero no podemos producirlo».
De la fibra a la confección
El sector algodonero fue clave en los 70-90 con desmontadoras, hilanderías y talleres de costura. Landívar propone industrializar la cadena: «Exportar prendas, no solo materia prima, triplicaría el valor». Los próximos pasos incluyen gestionar resoluciones individuales con cada país de la CAN para reabrir exportaciones.
Cuando el algodón era oro blanco
Bolivia llegó a exportar algodón a la CAN hasta hace 12 años, con 60.000 hectáreas cultivadas. La pérdida de competitividad por falta de biotecnología y tratados comerciales debilitó la cadena. Hoy, la certificación sanitaria revive la esperanza de reconquistar mercados vecinos con menores costos de transporte y aranceles.
Hilando oportunidades
El estatus fitosanitario posiciona a Bolivia para reducir importaciones de ropa usada y generar empleo. La clave será la autorización de semillas mejoradas y políticas de industrialización, según los productores.