Proton demanda a Apple por prácticas anticompetitivas en la App Store
La empresa acusa a Apple de monopolio y tarifas abusivas. La demanda, presentada en California, busca cambios en la tienda de aplicaciones y donará las indemnizaciones a organizaciones pro derechos humanos. Es parte de un litigio colectivo con otros desarrolladores.
«Tarifas arbitrarias que asfixian a los desarrolladores»
Proton, creadora de apps como Proton Mail y Proton Drive, denuncia que Apple ejerce un monopolio en distribución y pagos de aplicaciones. Compara sus comisiones con «aranceles artificiales» y critica que los beneficios de la App Store «no justifican esos costes». La demanda cita el precedente del caso Epic Games, donde un juez obligó a Apple a permitir enlaces a pagos externos.
Restricciones que perjudican al usuario
Según Proton, las normas de Apple impiden informar a los clientes sobre descuentos web o gestionar suscripciones entre dispositivos. Además, sus apps no pueden ser predeterminadas (como Calendario) o ejecutarse en segundo plano (como Drive), privilegiando los servicios de Apple. «Es una experiencia pobre para el consumidor», afirma la empresa.
Un debate que trasciende lo comercial
Proton vincula el control de Apple con la censura en regímenes autoritarios, como la retirada de apps en Rusia o China. Su post señala: «El monopolio de distribución en iOS genera abusos con implicaciones globales para la libertad en internet». La compañía donará las posibles indemnizaciones a causas democráticas.
Antecedentes: Una batalla legal en escalada
Apple enfrenta múltiples demandas por su modelo de App Store, que cobra hasta un 30% de comisión. Aunque ganó el caso clave contra Epic en 2023, los tribunales le ordenaron flexibilizar sus normas de pagos. Proton y desarrolladores coreanos se unen ahora al desafío legal.
El futuro de las apps pende de un hilo
El resultado de esta demanda podría forzar a Apple a reformar su App Store, beneficiando a desarrolladores y usuarios. Sin embargo, la compañía sigue apelando las decisiones en su contra, prolongando un conflicto que redefine los límites del poder tecnológico.