Nevadas y heladas afectan rutas y cultivos en seis departamentos de Bolivia
92 municipios declarados en desastre por ola de frío histórico. Cierres temporales de pasos fronterizos y daños al 7% de cultivos marcan una semana crítica. El Senamhi advierte que el invierno podría prolongarse hasta agosto.
«Carreteras bloqueadas y turismo restringido»
Las nevadas cerraron por dos noches el paso Tambo Quemado-Chungará (frontera con Chile) y afectaron el acceso a la Reserva Eduardo Avaroa en Potosí. «La nieve supera el metro de altura en algunos sectores», explicó Reynaldo Ibarra, secretario de Turismo. En Tarija, la nieve sorprendió en Rosillas y obligó a cortes en la ruta hacia Bermejo.
Impacto en la movilidad
La Unidad de Pasos Fronterizos de Chile confirmó que los complejos de Tambo Quemado y Colchane-Pisiga reanudaron operaciones las 24 horas, pero con alerta por baja visibilidad. En el Chaco tarijeño, las autoridades piden «extremar precauciones» tras registrarse sensaciones térmicas de -2°C.
Agricultura y pronósticos: entre daños y resiliencia
El viceministro Álvaro Mollinedo detalló que el 93% de los cultivos está protegido por sistemas de riego tecnificado, aunque hortalizas y tubérculos son los más perjudicados. Mientras, el Senamhi reportó temperaturas de -18.4°C en Quetena (Potosí) y anticipó «más frentes fríos hasta agosto».
Zonas críticas
Defensa Civil reportó 400.000 familias afectadas en 92 municipios. Chuquisaca, Cochabamba, La Paz, Oruro, Potosí y Tarija son los departamentos más golpeados, con heladas que siguen a un prolongado periodo de lluvias.
Un invierno que rompe récords
Bolivia enfrenta una temporada invernal con nevadas atípicas en regiones bajas como Tarija, donde la analista Carla Rojas (Senamhi) atribuyó el fenómeno a masas frías del sur y cambios en los vientos. Aunque no se superaron los mínimos históricos (-29.9°C en Laguna Colorada, 1946), ciudades como Santa Cruz registraron 10°C, cerca de su récord de 3.2°C (1961).
El frío no da tregua
Con el 7% de cultivos dañados y carreteras aún vulnerables, las autoridades mantienen monitoreos constantes. La combinación de nevadas, heladas y vientos evidencia un patrón climático extremo que desafía la logística y la agricultura nacional.