Hacker del cártel de Sinaloa espió al FBI para asesinar informantes
Un informe del Departamento de Justicia de EE.UU. revela que el cártel rastreó a un agente en México. El hacker accedió a llamadas y ubicaciones del funcionario en 2018, durante la investigación contra «El Chapo». Los datos se usaron para eliminar testigos.
«El móvil del FBI en el punto de mira»
Según el informe de la Oficina del Inspector General, un hacker contratado por el cártel de Sinaloa infiltró el teléfono del asistente legal del FBI en México. El objetivo: identificar y «intimidar o matar a fuentes potenciales» vinculadas al caso contra Joaquín Guzmán. La vigilancia incluyó cámaras de seguridad de la Ciudad de México.
Modus operandi
El criminal explotó el número del agente para obtener registros de llamadas y geolocalización, aunque el informe no detalla el método exacto. Además, monitoreó los movimientos del funcionario y sus contactos cerca de la embajada estadounidense. La FBI confirmó que la información «fue utilizada en homicidios».
Tecnología al servicio del crimen
El cártel empleó teléfonos encriptados y software de vigilancia, según investigaciones previas. En 2015, se supo que usaban redes de hackers propias, y en 2017, un informático ayudó a capturar a Dámaso López Núñez, lugarteniente de «El Chapo». La Oficina del Inspector General critica fallos en los protocolos de seguridad del FBI.
México, campo de batalla digital
El país es escenario de una guerra tecnológica entre cárteles y autoridades. Mientras las agencias mexicanas gastaron millones en spyware como el de NSO Group, los narcos desarrollaron sistemas propios. En 2014, el Sinaloa intentó hackear incluso el penal de Altiplano, donde estaba Guzmán.
Un precedente peligroso
El caso expone vulnerabilidades en la protección de agentes e informantes. La falta de detalles sobre el hackeo impide evaluar su alcance real, pero refuerza la necesidad de mejorar la ciberseguridad en operaciones internacionales. El Departamento de Justicia no ha comentado el informe.