Contrabando de alimentos esenciales crece en fronteras bolivianas
El CEO-LCC decomisó 700 quintales de maíz y 2.100 huevos en 2025. Carnes, huevos y harina son traficados a Perú sin controles sanitarios. Los operativos revelan que el fenómeno presiona los precios internos y afecta la canasta básica.
«Productos bolivianos fugados sin cadena de frío»
El Comando Estratégico Operacional de Lucha Contra el Contrabando (CEO-LCC) identificó carne de res, pollo, maíz y azúcar como los productos más traficados. «Hemos interceptado cargamentos valorados en Bs 5.000 en Tiquina (La Paz)», declaró el comandante José Pardo. Los alimentos incautados son evaluados por el Senasag: si no cumplen estándares, se destruyen.
Impacto en precios y suministros
El contrabando de salida ha elevado los costos internos: el pollo supera Bs 22/kg, mientras el huevo y la harina registran alzas sostenidas. La Aduana Nacional y Emapa intentan contener el flujo ilegal, pero «las zonas fronterizas son extensas y porosas», admitió Pardo.
Un negocio impulsado por la crisis regional
La devaluación en países vecinos y la inflación hacen más rentable vender alimentos bolivianos en el exterior. El Gobierno ejecutó 6.000 operativos en 2025 bajo el Decreto Supremo 5402, pero reconoce limitaciones ante la magnitud del problema.
Cuando la necesidad cruza fronteras
Bolivia enfrenta desabastecimiento de combustibles y presión inflacionaria, mientras sus productos básicos son sacados ilegalmente. Esta práctica, históricamente ligada a asimetrías económicas, se intensificó en los últimos meses.
Un problema que sigue en la mira
El contrabando de alimentos afecta directamente el acceso y costo de la canasta básica. Aunque las incautaciones aumentan, la falta de control en fronteras mantiene el desafío operativo para las autoridades.