Violencia extrema en el Trópico de Cochabamba por ausencia policial

Dos crímenes brutales en cinco días revelan la crisis de seguridad en el Trópico de Cochabamba, zona clave en producción de coca, con avance del narcotráfico y gobiernos paralelos.
El Deber

Violencia extrema sacude el Trópico de Cochabamba por ausencia policial

Dos crímenes brutales en cinco días revelan crisis de seguridad. La zona, clave en producción de coca, sufre avance del narcotráfico y gobiernos paralelos. Autoridades denuncian obstrucción a la presencia estatal.

«Ajustes de cuentas y linchamientos: la ley de la selva»

En Yapacaní, Abraham Ortega (28 años) apareció torturado y con 16 impactos de bala. El viceministro Jhonny Aguilera lo vinculó a una banda criminal liderada por su cuñado, dedicada a «sicariato, narcotráfico y extorsiones». «Es un ajuste por recursos ilícitos», afirmó.

Linchamiento que conmocionó al país

En Shinahota, dos hombres fueron quemados vivos y colgados por presunto robo de vehículos. Solo uno tenía antecedentes. Las imágenes viralizadas generaron indignación. «Nada justifica castigos fuera de la ley», declaró el coronel Flores de la FELCC. Comunarios retienen a tres personas más y bloquean el acceso a autoridades.

El Estado bajo asedio

Aguilera alertó que en el Chapare «se socavan actividades delictivas y se busca un gobierno paralelo». La Defensoría del Pueblo denunció «crisis de acceso a la justicia» y exigió investigaciones inmediatas. El Ministerio Público evalúa cargos por homicidio, pero los cuerpos siguen sin autopsia por los bloqueos.

Zona roja, heridas abiertas

El Trópico de Cochabamba y Yapacaní son epicentros de producción de coca, con creciente influencia del narcotráfico. La ausencia policial por tres semanas ha agravado la violencia, según reportes oficiales. Linchamientos y ajustes de cuentas eran recurrentes, pero no con esta brutalidad.

Un polvorín sin control

La combinación de crimen organizado, impunidad y resistencia a la autoridad estatal profundiza la inseguridad. Mientras las investigaciones avanzan con dificultad, las comunidades quedan atrapadas entre bandas y la desprotección institucional.