Choferes bolivianos pasan hasta 4 horas en filas por combustible
Transportistas denuncian que «prácticamente viven en la fila». La escasez afecta a ciudades del eje central como La Paz, Santa Cruz y Cochabamba. Los conductores califican la situación como «calvariotragedia», según reportes de este domingo.
«Una carga solo dura un viaje»
Los choferes enfrentan colas diarias de hasta 5 cuadras en estaciones de YPFB. «Estoy desde ayer a las 9 de la noche y no he cargado nada», relató un conductor en Cochabamba. En Santa Cruz, las esperas superan las 4 horas para diésel, mientras que en El Alto repostar se vuelve «un sufrimiento», según testimonios recogidos por Unitel.
Impacto en la vida cotidiana
La crisis obliga a retornos frustrados por desabastecimiento. «Tuve que volver dos veces porque se acabó el combustible», explicó un transportista. En La Paz, la fila en la avenida Montes alcanzó varias cuadras, con conductores esperando 3 horas sin éxito. «Todos los días es así», resumió un afectado.
Eje central paralizado
Las ciudades más pobladas de Bolivia arrastran el problema desde hace semanas. Los testimonios coinciden en que el repostaje insume tiempo laboral crítico: «Como transporte, hacemos colas todos los días». La saturación en avenidas clave evidencia la magnitud del desajuste en la distribución.
Cuando el surtidor dicta el ritmo
Bolivia enfrenta episodios recurrentes de desabastecimiento de carburantes, pese a ser exportador de gas natural. La demanda interna supera la capacidad logística en periodos de alta movilidad, según análisis previos de expertos citados por medios locales.
El reloj sigue corriendo
La situación mantiene en vilo al sector transportista, clave para la economía informal. Sin anuncios oficiales recientes, las filas prolongadas reducen la productividad y aumentan costos operativos, según se desprende de las declaraciones de los afectados.