Sacerdote denuncia condiciones inhumanas en cárcel boliviana tras liberación de inocente
Un hombre pasó 9 años preso injustamente en el penal de Morros Blancos. El sacerdote Miguel Sotelo reveló que hay «muchos más inocentes» en un sistema que calificó de «basurero humano». La historia expone fallos estructurales en el sistema judicial y carcelario de Bolivia.
«Un basurero humano, no un centro de rehabilitación»
Miguel Sotelo, sacerdote y psicoterapeuta en la cárcel de Morros Blancos (Tarija), describió las condiciones del penal como «un depósito de personas». Acompañó a Richard Mamani, quien recuperó su libertad tras nueve años encarcelado por un crimen que no cometió. «Las cárceles en Bolivia no rehabilitan, solo almacenan», afirmó en entrevista con UNITEL.
El caso que destapó la crisis
Richard Mamani, ahora de 28 años, fue acusado falsamente de violación. Sotelo lo apoyó desde 2016, cuando ingresó al penal: «Logramos animarlo y demostrar su inocencia». El religioso cuestionó que jueces y fiscales «miran papeles, no personas», lo que perpetúa injusticias en un sistema que calificó de «podrido».
«¿Quién le devuelve su juventud?»
El sacerdote destacó el daño irreparable a Mamani: «Perdió nueve años de su vida». Sotelo exigió una reforma integral del sistema judicial y carcelario: «Hay que arrancar este árbol podrido y plantar uno nuevo». Según su testimonio, la fe fue clave para que Richard resistiera el encierro.
Justicia que prioriza el dinero sobre la verdad
Sotelo dirigió un mensaje a las autoridades: «Una Justicia que busca dinero, no verdad, está perdida». Advirtió que el sistema actual «no repara vidas, las destruye». Su experiencia revela que casos como el de Richard no son aislados, sino síntoma de un problema estructural.
Un sistema que almacena, no reinserta
Bolivia enfrenta críticas recurrentes por el hacinamiento y las condiciones inhumanas en sus cárceles. El caso de Morros Blancos evidencia que el sistema prioriza el castigo sobre la rehabilitación, con procesos judiciales que, según Sotelo, «ignoran la dignidad humana».
La libertad llegó, pero el daño persiste
Mamani intenta reconstruir su vida, pero su caso deja al descubierto fallos profundos en el sistema. Sotelo insiste en que «hay muchos más inocentes» en prisión, lo que exige cambios urgentes. La eficacia de las reformas dependerá de que las autoridades escuchen estas denuncias.