Trump amplía sus negociaciones comerciales a temas militares y tecnológicos
El presidente estadounidense vincula aranceles a exigencias en defensa y legislación. Desde abril, las conversaciones comerciales incluyen presiones sobre presupuestos militares, impuestos digitales y hasta acuerdos de paz. La estrategia genera tensiones con aliados y amenaza la estabilidad económica global.
«Todo está sobre la mesa»
Donald Trump ha transformado las negociaciones comerciales en foros diplomáticos multipropósito, donde exige a otros países aumentar gasto militar (como a España o Corea del Sur), eliminar impuestos a tecnológicas estadounidenses (Canadá, Reino Unido) o comprar más petróleo (China). «El acceso al mercado americano tiene un precio», defendió su exasesor Steve Cortes.
Repercusión global
La incertidumbre por los plazos (Trump fijó el 8 de julio para cerrar acuerdos) desestabiliza alianzas y acerca a algunos países a China. Un funcionario asiático anónimo calificó la táctica de «sin precedentes y dudosa», mientras la UE rechaza acuerdos «desequilibrados».
De los aranceles a las trincheras
Trump repite su estrategia de 2016-2020: usar tarifas como palanca en migración (México) o propiedad intelectual (China). Ahora suma ceses al fuego (Israel-Irán) o defensa antimisiles (Canadá) como moneda de cambio. En abril impuso aranceles del 25% a compradores de petróleo venezolano, vinculándolo al crimen organizado.
Aliados bajo presión
El presidente amenazó a España con aranceles por no aumentar gasto en la OTAN, pese a que la UE negocia en bloque. Corea del Sur y Japón resisten la meta del 5% de PIB en defensa. La UE critica el marco pactado con Reino Unido, que mantiene un arancel base del 10%.
Un juego de suma cero
La administración Trump justifica su enfoque: «Queremos resetear décadas de ventajas abusivas de otros países», dijo un funcionario anónimo. Pero líderes europeos advierten que acuerdos desbalanceados «estallarían» en sus parlamentos. Mientras, las empresas estadounidenses enfrentan incertidumbre regulatoria.
Sin retroceso a la vista
Expertos como Patrick Childress (exasesor comercial) descartan un cambio de rumbo. Trump mantiene aranceles pese a concesiones (como el aumento de gasto militar de la OTAN). El riesgo: fracturar alianzas y acelerar la desglobalización, mientras el presidente prioriza resultados inmediatos sobre estabilidad a largo plazo.